Cuando viajas en un crucero tienes muchísimas opciones: puedes hacer buceo de superficie en un arrecife submarino en aguas azul brillante, o trepar una pared de escalada en roca, o tomar sol junto a la piscina disfrutando de un trago, o cantar tus temas favoritos en el bar de karaoke. Pero lo que nunca es una opción es pasar hambre. Cuando se trata de cenar a bordo, hay algo para todos los gustos, y en abundancia. En un crucero no solo comerás, sino que comerás bien. Y aunque la comida del crucero esté incluida no quiere decir que sea aburrida. El precio de tu crucero incluye platos por los que pagarías más en tus restaurantes favoritos. Y tal como podrías esperar de un barco que viaja por el mundo, muchas de las opciones gastronómicas están inspiradas en distintos países. Los menús en un crucero son una oportunidad excelente para probar nuevos sabores sin gastar mucho dinero. Desde los restaurantes principales hasta el servicio a la habitación, la comida de cortesía no te decepcionará.