Islas Británicas: Inglaterra, Irlanda y Escocia

Descubre la historia de la ciudad más grande de Irlanda, Dublín. ​​​​​​​Deléitate con un fantástico paseo por el emblemático East Pier de Dún Laoghaire o sube hasta la cresta de Killiney Hill para disfrutar de las vistas más majestuosas de la capital. Degusta una pinta de cerveza negra irlandesa después de descubrir la historia de la cerveza en la Guinness Storehouse o bebe un poco de whisky irlandés en uno de los tantos pubs históricos. Después, pasea por St. Stephen's Green, en el centro de la ciudad, antes de recorrer las tiendas de Grafton Street.

Recorrer Belfast es ideal para los amantes de lo urbano. La ciudad está repleta de cafés de moda, restaurantes y la mejor vida nocturna pero también tiene un encantador distrito histórico. Si bien la ciudad está llena de cosas para hacer, también tienes paisajes rurales muy cerca.

Portree, el pueblo más grande y capital de la isla de Skye, es el centro cultural de la isla y el punto de acceso a los espectaculares paisajes que la rodean. Los coloridos edificios costeros del pueblo te dan la bienvenida a su puerto natural, que desemboca en las onduladas laderas de color verde esmeralda. Desde castillos medievales y cascadas hasta playas tranquilas y formaciones rocosas escarpadas que cautivan la imaginación, el paisaje es tan encantador como variado. Puedes pasar el día explorando este paraíso de rocas al aire libre o degustar whisky con hielo durante un tour por una destilería, avistar aves o visitar una colonia de focas, o viajar al pasado en un castillo medieval.

Inverness es una ciudad en las gloriosas tierras altas escocesas. Llena de gaiteros y seguidores gracias a la Reunión del Norte anual que se celebra en la ciudad en septiembre, Inverness además tiene una escena musical muy diversa. El gaélico era el idioma del lugar hasta el comienzo del siglo 19.

A los golfistas les encantará el paseo panorámico por St. Andrews, lugar de nacimiento de este deporte desafiante. Esta ciudad capital tiene miles de años de historia, vistas increíbles y el festival de arte más grande del mundo. Recorre los castillos de Craigmillar, Dalhousie y Edimburgo o visita el Yate Real Britannia.

Situada a orillas del río Tyne en el noroeste de Inglaterra, Newcastle-Upon-Tyne es un centro donde convergen las artes, las ciencias y la historia. Esta ciudad victoriana surgió por las industrias del carbón y el acero, pero hoy tiene excelentes galerías de arte, muchísimos restaurantes de primera y atracciones culturales e históricas. Disfruta un tour a pie por Newcastle y conoce su historia hasta la época de los celtas. Anímate a una aventura subterránea en el histórico Victoria Tunnel que se construyó para los vagones de carbón entre el 1839 y el 1842 y más tarde se usó como refugio contra ataques aéreos durante la Segunda Guerra Mundial. A tus hijos (o al niño que llevas dentro) les encantará una visita al museo práctico Seven Stories, una celebración de la literatura infantil. En Newcastle-Upon-Tyne hay algo para todos los gustos.

La historia, la cultura y la arquitectura se combinan en Ámsterdam a lo largo de sus estrechos senderos y numerosos canales. Con más puentes que Venecia, Ámsterdam está repleta de vistas de las que podrás disfrutar en un tour por el canal (tendrás muchas oportunidades de tomar fotos espectaculares). Los amantes del arte no querrán perderse el Museo Van Gough ni el Rijksmuseum y los aficionados a la historia querrán pasar por la casa de Anna Frank y por el Museo de Ámsterdam.

Bruselas, la ciudad europea por excelencia, tiene miles de museos, fuentes, jardines y excelentes centros comerciales. Pasea por el área de la ciudad vieja para ver las Galerías St. Hubert y sus tiendas, la calle Rue des Bouchers con abundantes restaurantes y cafés, y la Grand Place con sus casas gremiales estilo barroco.

Toma un autobús hacia la Ciudad de las Luces para vivir la magia de París. Recorre Champs-Elysées mientras saboreas un croissant. Toma fotos de la bella París desde la cima de la Torre Eiffel. Notre-Dame, el Louvre, Montmartre y todos los demás lugares icónicos de París se encuentran a 120 millas hacia el norte del Sena desde el puerto de Le Havre. También puedes explorar los encantos de Le Havre, pasar el día en la Giverny de Monet o recorrer el mercado antigo de Rouen, donde se quemó a Juana de Arco en 1431.

Protegida de las tormentas frecuentes del Canal de la Mancha por la Isla de Wight, Southampton ha sobrevivido a una turbulenta historia hasta convertirse en uno de los principales puertos del Reino Unido en la actualidad. Rinde tributo a uno de los barcos más famosos que navegaron estas cosas en el Mayflower Memorial. Visita los estoicos muros de Bargate y el Museo de la Casa Tudor.